.
La Avenida de los Espìritus que lleva a las tumbas de los emperadores Ming exhala un aire mágico y melancólico. Flanqueada por estatuas de animales, guerreros y dignatarios de la corte, parece un paisaje entrevisto en un sueño. Y tampoco podían faltar, en este "capricho" chinesco, las llamativas "máscaras" de la Ópera de Pekín. En realidad, los actores no llevan máscaras propiamente dichas, sino que sus rostros estàn laboriosa y preciosamente maquillados, lo que los transforma en prodigiosos seres míticos y sobrehumanos.
The Spirit Avenue which leads to the tombs of the Ming emperors exhales enchantment and melancholy. Lined by the statues of animals, warriors and courtiers, it seems a landscape glimpsed in a dream. Neither could I fail to include, in this Chinese "capriccio", the colourful "masks" of the Opera of Peking. Actually, actors do not wear proper masks, but their faces are so laboriously, preciously made up, that they look mythical, supernatural beings.