El espíritu de Goya ronda estas imágenes ( sin ir más lejos, el estandarte negro de la tercera página después de estas líneas ha sido tomado de uno de sus obras). Todavía está muy vivo en mí el recuerdo de visitas diarias al Museo del Prado para detenerme horas frente a sus cuadros. Y no sólo frente a los de la serie "negra", justificada y turbadoramente célebres, sino también a los "cartones" ( que el propio Goya consideraba obras menores) diseñados para tapices que adornarían el palacio real. Las escenas cotidianas del Madrid de fines del siglo XVIII que figuran estos últimos no están exentos del toque grotesco y misterioso, característicos de su estilo. También, pasea por estas páginas su mirada enigmática y profunda la Dama de Elche, una de las obras de arte que más venero. La última entrega de esta serie, que cierra el año que se va, está dedicada a Jose (así, sin acento), mi querido amigo, allende los mares, en mi querida Madrid.
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Goya's spirit haunts these images ( the black pennon in the third page below this text has been lifted from one of his paintings). The memory of daily visits to the Museo del Prado, where I spent hours gazing at his masterpieces, is still very vivid. And not only was I spellbound by his "black" series, rightly (and disturbingly) renowned, but also by his "cartons" (which Goya himself considered a lesser effort), designed for tapestries to hang in the royal palace. They depict everyday scenes of the late XVIII century Madrid, although they are imbued of the grotesque, mysterious touch characteristic of his style. The Lady of Elche, one of my favourite works of art, also stares with deep, enigmatic eyes from these pages. The last post of this series, which rings out the old year, is dedicated to my dear friend Jose, beyond the ocean, in my dear Madrid.
Todas las imágenes son copyright de Enrique Alcatena