Y si hablamos de las Mil y Una Noches, ¿cómo no mencionar al libro y al artista que me develaron por primera vez el encanto de esos relatos inmortales? Me refiero a la versión para niños que publicara Sigmar en 1960, con adaptaciones de Julia Daroqui y las excelentes ilustraciones de Santos Martínez Koch. Este artista ( del que poco y nada se sabe) ilustró muchos libros de Sigmar por aquellos años, desde Homero a Mark Twain, de José Hernández a Edmundo De Amicis. Su nombre estará para mí siempre unido a la magia de los relatos de Sheherezade; he aquí algunas muestras de su arte incomparable.
If we refer to my fascination with the Thousand and One Nights, how could I refrain from mentioning the book and the artist who revealed me their time-hallowed wonder for the first time? It is the version for children that Sigmar published in 1960, with adaptations by Julia Daroqui and the delightful illustrations of Santos Martínez Koch. This artist ( of whom very litle, if at all, is known) illustrated many Sigmar books in those years, from Homer to Mark Twain, from José Hernández to Edmundo De Amicis. His name will always evoke in me the spell of Scheherezad' s stories; here are some samples of his extraordinary art.
Todas las imágenes son copyright de Enrique Alcatena, menos las imágenes a color, copyright de Editorial Sigmar
Hola Quique!
ResponderEliminarDe las tuyas me la que más me gusta es la del genio caminando hacia el edificio (34.jpg) y las de Sigmar, qué fabulosa la de la fuente y la muchacha.
un abrazo
Pablo
Y que pena ver esos libros fuera del mercado.
ResponderEliminarYa no se editan más, al menos no con esas maravillosas ilustraciones.
Bellas páginas.
Coincido en la del genio pesado y etéreo al mismo tiempo.
Y el tipo cabalgando un chancho!
Abrazo!
FER
Bellísimo. Nunca leí el libro de Las Mil y una Noches; voy a ver si lo encuentro en mi casa, estoy seguro que mi mamá tenía un ejemplar de alguna vieja editorial. Un saludo.
ResponderEliminarSi, Martinez Koch era lo mejor de Sigmar. Su estilo teatral y monumentalista, el acabado a la vez etéreo y de múcha soltura de su técnica (Guaché o Témpera)y su gran, GRAN puesta en página.
ResponderEliminarAdemás, la impresión y papel de los libros de esa época le daban una calidéz aterciopelada que los volúmenes modernos no tienen.
Hola! Soy ilustradora y cuñada de un compañero tuyo: Carlos R Porcel. Siempre que lo veo me cuenta sobre vos y tus dibujos ( me muestra y me deleito viendo un libro gordo que tiene con tus trabajos) que es excelente por cierto.Admiro mucho lo que haces!
ResponderEliminarsaludos
Ines Hüni
Maestro, un admirador más de colombia. Yo también tuve este libro, se perdió en el paso de los tiempos y para mí su recuerdo resulta alucinante, gracias por compartirlo ya no lo recordaba muy bien, ni mucho menos el nombre del ilustrador.
ResponderEliminarPor cierto, muy buena entrevista la brindada a la gente de La Duendes, Reveladora para los que arrancamos.
Un gran saludo